Rosario es conocida como la Cuna de la Bandera Argentina y su edificación más conocida es el Monumento a la Bandera. Foco educativo y cultural, cuenta además con importantes museos y bibliotecas y su infraestructura turística incluye circuitos arquitectónicos, paseos, bulevares, parques y hoteles.
La ciudad muestra al visitante un progreso edilicio y una urbanización que se moderniza constantemente, caracterizada por sus paseos y bulevares. En los últimos años, fuertes inversiones en el área de infraestructura, ofertas comerciales y culturales, la han colocado como uno de los lugares turísticos preferidos.
La ciudad de Rosario está situada sobre la alta barranca de la margen derecha del río Paraná, en un punto donde dicha barranca se separa del río. Allí una suave cuesta natural conocida como Bajada Sargento Cabral la une al bajo portuario. Durante mucho tiempo, este fue el único acceso al Puerto de Rosario, hasta que fueron realizados diversos cortes en la barranca para acceder al bajo.
Entre sus principales festividades se incluyen la Semana de la Bandera Nacional Rosario, durante la segunda quincena del mes de junio, la Fiesta Nacional de las Colectividades, durante la segunda quincena de noviembre, y la reconocida Convención de Historietas Crack Bang Boom, durante la primera quincena de octubre.
La ciudad de Rosario es un punto intermedio para quienes se desplazan entre las distintas regiones del país, siendo accesible y equidistante a las principales urbes. Las rutas de acceso a la ciudad se enlazan entre sí con la autopista nacional A008 más conocida como Circunvalación de Rosario, la cual bordea la ciudad recorriendo su periferia en una extensión de 22 km. Esta compleja red distribuida de ingresos viales, es la tercera de Argentina detrás de la ciudad de Córdoba y Buenos Aires.
A diferencia de la mayoría de las ciudades importantes del país, Rosario no fue fundada por los españoles en el siglo XVI. Su origen, modesto e impreciso, se encuentra en algún momento de la segunda mitad del siglo XVIII, cuando una heterogénea población comenzó a reunirse en torno de una capilla.
Pero su crecimiento importante se inició a mediados del siglo XIX, cuando el puerto fluvial se convirtió en el nexo entre Buenos Aires y las provincias del interior, condición que acentuó la construcción del ferrocarril a Córdoba. Luego, la inmigración y la expansión de la pampa gringa fueron transformándola en una ciudad comercial, residencial, buroctática e industrial. A fines del siglo, cuando comenzaban a definirse sus peculiares rasgos urbanísticos, Rosario se acercaba a su apogeo.
Rosario se encuentra en el extremo sudeste de la provincia de Santa Fe, en la denominada Pampa húmeda y es un punto intermedio para quienes se desplazan entre las distintas regiones del país. Se encuentra a 174 kilómetros (108 mi) de la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia; mientras que 404 kilómetros (251 mi) al noroeste se halla la ciudad de Córdoba24 y 291 kilómetros (181 mi) hacia el sudeste se encuentra la ciudad autónoma de Buenos Aires, Capital Federal de Argentina. El tejido urbano cubre 178,69 km², de los cuales están urbanizados 120,37 km². El relieve de la zona es de llanura ondulada, y su altura es de 22,5 a 24,6 msnm.
El clima de Rosario es subtropical húmedo pero los inviernos son templados (también se lo llama clima pampeano). Su clasificación como clima templado pampeano, es decir que las cuatro estaciones están medianamente definidas, aunque su invierno es bastante suave, corto e irregular: durante esa estación se observan tanto días fríos, como frescos, templados, y hasta cálidos. Es muy común que durante los meses invernales haya buena cantidad de días en donde la temperatura máxima supere los 20 °C.
Rosario forma parte de una región metropolitana cuya economía se basa en los servicios y la industria, generando el tercer PGB urbano per cápita de Argentina después del Gran Buenos Aires y del Gran Córdoba. El principal sector manufacturero es la agroindustria, cuyas plantas están situadas en los sectores norte y sur del Gran Rosario; las inversiones de la última década han transformado a Rosario y el resto de la provincia en el mayor centro de procesamiento de oleaginosas del mundo.
El punto de origen de la ciudad es la plaza Veinticinco de Mayo, alrededor de la cual se encuentran el edificio de la Municipalidad (el Palacio de los Leones), la Basílica Catedral de Nuestra Señora del Rosario (Arzobispado de Rosario), los edificios del Palacio de Correos, el Museo de Arte Decorativo y la Bola de Nieve, un emblemático edificio de viviendas.
Las calles de Rosario siguen con gran regularidad el trazado de damero o cuadrícula, con la excepción de la zona alrededor de la Bajada Sargento Cabral, donde las calles son algo más irregulares, debido a las características del terreno.
La estructura urbana está organizada por dos grandes arterias: el bulevar Oroño, en sentido norte-sur, y la avenida Pellegrini, en sentido este-oeste. Ambas delimitan, junto al río, al centro de la ciudad. El carácter de estas dos arterias es distinto: mientras Oroño se encuentra poblada por antiguos edificios y casas señoriales y cuenta con un amplio cantero central profusamente arbolado, destinado al paseo de los peatones, Pellegrini es una avenida comercial de intenso tránsito donde se encuentran numerosos restaurantes y heladerías, siendo uno de los centros comerciales más importantes de la ciudad.
1.193.605
En 2010 ―según datos del censo de 2010 proporcionados por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos)― la población de la ciudad estrictamente dicha era de 948 312 habitantes.Según el mismo censo, la población del departamento Rosario (compuesto por la ciudad y otras 23 localidades más) era de 1 193 697 personas.Esto representa el 37.36 % del total de los habitantes de la provincia de Santa Fe.
178,69 Km²
Rosario está para ser devorada, pero con hambre calmo, como el ritmo de la vida de la ciudad, que vive en un tiempo en el que tiene todo para ofrecer.
Cuenta con el segundo bar que vende más café en Argentina, y quienes lo visitan solo se dedican a disfrutar del lugar y del mito. Aquí se reúnen intelectuales, bohemios, poetas, o simplemente amantes del buen café.
Caminar por la Peatonal Córdoba, repleta de negocios, restós, galerías comerciales, librerías, lugares para perderse y encontrarse.
Si lo que desea es completar su día recorriendo los hitos rosarinos, conocer la Plaza del Che es un paso obligado. Su cara protagoniza una pared, dibujada de la mano de Ricardo Carpani.
Al final de la peatonal, justo en frente del Monumento a la Bandera, regado de lanchas listas para navegar, está la Estación Fluvial.
Rosario es un respiro para todos aquellos agotados de la rutina y de tanta urbanidad, y atrae a gente de pueblos pequeños porque ofrece shoppings, restaurantes, museos, parques y diversión asegurada para los más chicos.
El Paraná es la gran atracción natural de Rosario. Desde arriba de un catamarán puede admirarse la ciudad desde la vereda de enfrente. Para los amantes de la pesca, los recorridos por los islotes es una opción atractiva durante su estadía.
Se puede pasear, conocer, y comer en lugares donde se funden olores, sabores y ambientes que solo se encuentran en Rosario.
En Villa de las Rosas y todo traslasierra se disfruta de un paisaje imponente, lugares soñados para descansar, muy buena comida, precios aptos y la hospitalidad y cordialidad de su gente no tiene comparación
Muy buen lugar, muy cuidado en todos sus detalles, en la naturaleza, ideal para el descanso y actividades grupales. Cerca de lugares de interés turisticos
Es espectacular por donde se lo mire! No tiene grandes lujos, El lugar donde esta implementado es un lujo natural en si mismo. Tiene una Gran historia. Lo he disfrutado desde pequeña y le tengo mucho cariño. Es MI lugar en el mundo.
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